Y beben y beben y vuelven a beber...

En los altavoces: Green Day - Boulevard of Broken Dreams

Por fin! endevé! la jartá de tiempo que hemos tenido que esperar para poder arrejuntarnos todos (a excepción de Deivit, que llega hoy) alrededor de nuestros vanagloriados cubalitros. Hasta Nochebuena, nada menos. A saberse: los palmesanos, los alicantinos, las catalanas, la sueca y su amiga suiza. El lugar elegido para un acontecimiento de tales magnitudes fue el Pinzell, el bar que antaño nos proporcionara tantas noches de gloria (aunque ahora parezca haberse convertido en un lugar maldito para algunos a quienes les cuesta una barbarie volver a pisar su suelo). Eramos tantos (unos veintitrés) que casi copábamos toda la sala, y claro, lo normal que suele ocurrir en estos casos en que se juntan tantas personas, que no tienes el tiempo suficiente para estar con toda la gente que quieres (y encima el futbolín roto, vaya dramón). La verdad es que me lo estaba pasando DPM... Peeeeeeero sobre las tres, more or less, nos dividimos, tal y como estaba estipulado con anterioridad y preaviso. Unos se quedaron en el Pinzell y otros nos fuimos de marcha por el Marítimo. Al primer pub que había marcado en nuestro itinerario, el Salero, casi que ni entramos de la muchedumbre que había en él, así que nos fuimos directamente a La Bolsa, también hasta los topes, pero nos hicimos sitio como pudimos entre las multitudes. Cuando nos cansamos de la música, que era mala malísima, pasamos al plan b: Gomila, a pesar del fastidio infantil de Sofía, que le faltó nada para montar en cólera. Empero el plan b fue un poco fracaso... no pudimos entrar a los pubes que nos gustaban porque a) había que pagar, ó b) a los seguratas no les gustaba mi calzado. Al final la marcha nochebienera no cubrió todas las expectativas que había depositadas en ella. Ohhhhhhhh

Y qué peor manera de terminar el primer fin de semana navideño que con un pinchazo el sábado a las cinco de la madrugada en plena autopista Inca-Palma y tener que cambiar la rueda bajo la lluvia y sin un ápice de luz. Pues eso. Pero con el chaleco reflectante, que me queda divino-de-la-muerte.

Que no lo he dicho antes para no provocar una corrosiva envidia entre vosotros, pero es que no me puedo aguantar las ganas.... que papá y mamá noel se han portado muuuuy bien este año y me han hecho muuuuuchos muuuuuchos regalos ueeeeeeeeeeeeeee (es lo que tiene ser buen chico durante todo el año :PP).

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PD: Y aún corriendo el riesgo de que me tilden de católico (Dios no lo quiera!), dado que ahora somos un país ateo, anticristiano y proislamista... os deseo una feliz Navidad a todos! (y aprovechad ahora que podéis antes de que este laicista talante gubernamental elimine las fiestas cristianas del calendario).