sábado, enero 14, 2006

Saludad a este nuevo metrosexual

Sabes que soy terco
y me puedes perdonar
lo que hago mal

Lory Meyers - Sus Nuevos Zapatos




Comida de empresa, comida de empresa, comida de empresa, comida de empresa, comida de empresa, comida de empresa, comida de empresa, comida de empresa, comida de empresa, comida de empresa, comida de empresa, comida de empresa, comida de empresa, comida de empresa, comida de empresa, comida de empresa, comida de empresa


Cómo me gustan estas tres palabras, mayormente desde el jueves, que tuve mi primera comida de empresa (comida de empresa, comida de empresa, comida de empresa, comida de empresa). Son las tres palabras mágicas. Mexplico: basta que el jefe nos recuerde que teníamos comida de empresa para que estemos todos los del departamento nerviosos, ansiosos, histéricos, excitados y repartiéndonos en los coches una hora y media antes del esperado acontecimiento. Y por supuesto mirando a cada rato el reloj. Ya sólo queda una hora! Media hora! Un cuarto! Nos vamoOooOssSs!

Qué ilusión más grande, en parte porque salimos un cuarto de hora antes y en parte porque pagaba el director del departamento. Qué generoso él (con el dinero de la empresa, claro) ¿Que adónde nos llevó a jalar por la gorra? Pues al insigne y reputado comedor a la carta de la Escuela de Turismo y Hostelería de la Universidad. Que en mi departamento cuando se hacen las cosas, se hacen bien. O no, pero lo importante es que se hacen.

Y como de todo hay que aprender una lección en esta vida, como decía Confucio, yo también he aprendido la mia de todo esto: para todo hay categorías, inclusive entre los becarios, que pensaba que éramos todos iguales pero yo fui el único al que invitaron a comer por la cara. Las otras dos becarias de mi departamento, la ecuatoriana y la brasileña, también comieron gratis, pero sus mocos y en soledad (por cierto, desechad vuestra idea preconcebida de que todas las ecuatorianas son bajitas y feas y que las brasileiras son morenas y altas). ¡Viva la jerarquización de la sociedad!

En parte (en una pequeñísima parte) me dan una poco de pena las otras dos becarias, que llevan muy poco tiempo con nosotros y nadie les hace putacaso, las tenemos un poco aparjeid, y además la brasileña es un poco borderline, pero eso ya es algo que tiene que ver con la psique de cada uno y yo ahí no me meto.


PD: por cierto, que este es mi segundo día como metrosexual. De momento me conformo con un gel limpiador, pero ya estoy pensando en el exfoliante.

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