miércoles, agosto 03, 2005

Excursión a Cabrera

En los altavoces: Les Philippes - Aratis Daybreak


Qué bonita que es Cabrera. Si fuera animal y pudiese elegir, eligiesería vivir en Cabrera. Pero a piñón, que no en vano es un Parque Natural protegido o algo así. Osea, el paraíso de la fauna y la flora insular (y de las ratas que comen pan).

Qué bonito también es decir 'no en vano'.

Pues eso, que el otro día nos plantamos en Cabrera como quien no quiere la cosa. Mentira mentira mentira. Como quien no quiere la cosa, no... como quien la quiere, que nuestro sacrificio matutino nos costó.

Para empezar aquí el menda lerenda tuvo que mañanear a las seis de la madrugada (6 am) para que le diera tiempo de preparar las cosas (que dejarlo todo listo la noche anterior no tiene ninguna emoción... con lo que mola ir a contrareloj) y de ir a Alaró a buscar a la churri del menda. Y después, autopista pa'rriba, hasta la Colonia de Sant Jordi (Sa Calòni, según los indígenas del lugar), donde nos esperaba el Debarivi, el barco que nos iba a llevar hasta Cabrera (a nosotros y a otros veinte domingueros madrugadores más).

Aunque si, en vez de llamarse Debarivi, la embarcación se hubiera llamado 'The Vomitera Boat' o 'The Potada Ship', a Dios pongo por testigo de que a nadie le hubiera extrañado. Venga bolsas para devolver para arriba y para abajo. No daban a basto los tripulantes del barco. Creo que los únicos que mantuvimos el tipo (y el desayuno dentro del esófago) fuimos nosotros y tres guiris. Los domingueros son unos débiles, todos cayeron.

Y luego está lo de los asombros. Cada vez que cogíamos una ola grande, todo cristo exclamaba: UOHHH. Cada vez que veíamos una gaviota, todo cristo: UOHHH (como si no hubiera gaviotas en Palma, que las hay hasta en mi piscina!). Cada vez que veíamos un corb marí, todo cristo: UOHHH. Joder, más que una excursión a Cabrera parecíamos el anuncio de Coca-Cola.

Una vez ya en Cabrera (después de unos cuantos UOHHH's) nos separaron a la expidición en dos grupos, castellanoparlantes y catalanoparlantes (los guiris a joderse), y dos monitores muy majos nos explicaron lo que podíamos hacer y, sobretodo, lo que no podíamos hacer; y nos propusieron una serie de actividades para hacer en grupo: visitar el castillo de los piratas, el museo, el monumento dedicado a los franchutes o realizar un itinerario subacuático. Nosotros decidimos (ella decidió) ir a nuestra bola y plantarnos en la playa. Para ello disponíamos de dos opciones: ir a la miniplaya (la normal) o caminar un poco más y llegar a Sa Cala de s'Empalmador (la Cala del Empalmador). Como nosotros no necesitamos la ayuda de ningún empalmador, que nos apañamos solitos, nos decantamos por la primera de las opciones.




Pero casi que lo mejor nos esperaba al final de la excursión, cuando el barco nos llevó para que nos diéramos un baño a Sa Cova Blava (la Cueva Azul). Una pasada! Era una cueva de unos ochenta metros y con el agua super transparente y de un azul eléctrico que te cagas. Era para vernos. Todo el mundo super poseso de la muerte histérico perdido para tirarse al agua (yo incluído). Era tal la emoción que nos embargaba (o embriagaba o como quiérase que se diga) que a una chica le dio hasta un ataque de ansiedad. Paberse matao.

Y de vuelta a Sa Calòni todos más contentos que unas castañuelas y más felices que unas perdices.

Y por la noche concierto de Tres Trece con Joan y con Jaume (que según Joan, Jaume es un chico que hace compañía, no habla pero hace compañía) y después borrachera en el Karajo con Garrote.


PD: para quien no lo sepa y para los curiosos, Cabrera se llama así por la forma que tiene la isla. Que sé que muchos de vosotros estábais con el intríngulis.

PD2: Supersonic me da muuuucha envidia cochina.

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