miércoles, abril 19, 2006

Sin motivos para el optimismo

Ya me parecía a mi que lo del alto el fuego infinito no iba a durar demasiado, por mucho que Rodríguez nos quiera meter en la cabeza que sí, que va todo viento en popa y que nos podemos fiar mucho de la palabra del último grupo terrorista que queda en Europa.

Precisamente eso es lo que hago yo, fiarme. La ETA volvió a decir el otro día en un tercer comunicado que si queremos paz la cosa está clara: les entregamos Navarra, los órganos de justicia se olvidan de la ley y de ellos, sacamos a todos los dispara-nucas de la cárcel, les dejamos hacer un reférendum para ver si los vascos quieren o no quieren seguir siendo españoles y, por supuesto, acatamos (España y Francia) su voluntad... y a cambio ellos dejan de colocar bombas. Y yo juro que me lo creo, que para que ETA deje de matar tiene que ocurrir todo eso, y si no, pues a volver a matar. Y por eso el alto el fuego tiene los días contados, porque nadie puede ser tan miserable de concederle ni una sola de sus exigencias a una banda terrorista que lleva casi mil muertos a sus espaldas. Ni Rodríguez, por mucha ánsia de poder que pueda albergar.

De hecho ya hemos podido ver lo poco que ha durado el parón etarra. Que les pregunten a los empresarios navarros que han seguido sufriendo la extorsión de los terroristas. ¿Debía ser esto a lo que se refería Rodríguez cuando decía que se podrían producir accidentes durante las negociaciones por la paz? ¿O será que los miserables de la ETA no han soportado el síndrome de abstinencia? En todo caso no deja de ser insultante para la opinión pública que el Presidente por accidente nos quiera hacer creer que las cartas las mandaron los etarras antes de proclamar el alto el fuego, siendo el matasellos de fecha siete de abril y cuando lo que se exige en la carta-extorsión es una contribución para el proceso de paz (con lo cual se deduce que éste ya se había iniciado).

Sobre los boletos de sesenta euros de otro de los miserables ya ni voy a opinar, porque seguro que en cualquier momento Rodríguez me desmonta mi teoría del chantaje y la extorsión diciendo que esos boletos son para el viaje de fin de curso que están organizando los etarras para celebrar el alto el fuego. Tócate los cataplines.

Ah, podemos ir olvidándonos de que ETA entregue las armas. Al Presidente le basta con la voluntad de no usarlas. Pues eso, de risa.

Por cierto, que me jode que la gente hable de paz, proceso de paz o de alto el fuego como si se tratase de una guerra -que sé yo, entre poblaciones o regiones- y aquí lo único que hay son unos que ponen bombas y disparan a la nuca, y otros que mueren.


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