domingo, abril 23, 2006

Mando Diao de regalo



El cumpleaños de mi hermana mayor es el día veinticuatro, pero como la quería invitar al concierto de Mando Diao me vi obligado a montar toda la parafernalia de su regalo el viernes y con la inestimable colaboración de Irene, the confident.

Para empezar, LS (así es como de ahora en adelante me voy a referir al mentar a la hermanísima) estuvo todo el día con el intríngulis de saber qué iba a ser de ella a partir de las ocho de la tarde. El motivo de tal congoja fue una nota que apareció misteriosamente en su cuarto de baño el viernes por la mañana en la que se podía leer la siguiente sentencia: "LS, no quedes con nadie entre las veinte y las veinticuatro horas del día de hoy".

A las ocho y media de la tarde, con puntualidad meridianamente inglesa y ante la inquietud de la futura cumpleañera, a la confidente y al menda no se nos ocurrió mejor idea que vendarle los ojos con un pañuelo a nuestra víctima, meterla en el coche y llevárnosla al McAuto de Alcampo. Alcampo está a cuatro minutos de mi casa (el punto de partida) pero LS se pensaba que debíamos estar por lo menos en Portocolom del interminable paseo que acabábamos de dar. Había que despirtarla como fuera. Y cuando me oyó bajar la ventanilla para decir "un menú macpollo, uno cuarto de libra y otro bigmac, sisplau" fue un descojone, además del origen de una larga lista de improperios varios, todos ellos dichos desde el más profundo de los cariños. Igual que cuando le quitamos el pañuelo de los ojos y vió que habíamos vuelto a casa en vez de haber ido al aeropuerto o a una fiesta (yo que sé el montón de destinos que le dijimos mientras hacíamos nuestro recorrido).

Controlando como nadie los tiempos (si el recinto abría a las diez y teniendo en cuenta que primero tocaban los teloneros -The Nash-, con un rápido cálculo se resuelve que los Mando no saldrían antes de las once), a las diez y media salimos de nuevo de casa rumbo a Lloseta, esta vez sin la confidente y sin el pañuelos-tapa-ojos, y de nuevo con el absoluto desconocimiento de LS, que estaba convencida de que íbamos a una fiesta en Biniali, o por ahí. Lo que no puedo entender es que hasta que no se vió subiendo las escaleras del Teatro de Lloseta no se enteró de qué iba la cosa. Le debe venir de familia.

Y a los diez minutos de haber entrado y habernos posicionado en primera fila (faltaría más)... salieron los ¡MANDO DIAO! Yeaaah. Subidóooonnn.

Salieron como un auténtico huracán, tal y como reza el título de su segundo álbum. Con muchísima energía y con ganas de hacer vibrar a una sala abarrotada como nunca antes la había visto. Y vaya si lo consiguieron, por eso la hora y poco que estuvieron sobre el escenario se nos hizo a todos tan corta. Gustaf destila adrenalina por sus venas, fue todo un tornado y el más eufórico de todos. Como en cada actuación esté así de excitado, el chico va a acabar teniendo problemas de corazón. Y encima canta de puta madre, como Björn, aunque éste es un poco más sosegado. Con C.J., el bajo, se demuestra que a la hora de repartir los instrumentos todavía hay bandas que lo hacen de acuerdo a los atributos físicos de cada componente, y claro, le tocó el bajo. Sobre el setlist... impecable. Tocaron todos los hits más tres canciones nuevas que mantienen la línea del Hurricane Bar. Encadenaron un excitazo tras otro: la archiconocida Sheepdog, la contudente Motown Blood, la enérgica Down in the Past, la magnífica God Knows, All My Senses, Annie's Angie, You Can't Steal My Love, Jeanette, Clean Town, White Wall...


Más fotos, aquí



La anécdota tonta y prescindible de la noche la puso una niña que le tiró un chicle a Gustaf al grito de "que no se puede fumaaaaaaaaar" cuando salió en los bises fumándose un cigarro. Pero vamos a ver, encima que vuelven a salir para deleite nuestro ¿te vas a poner tonta porque se fumen un cigarrito en la última canción por muchos cartelitos colgados que haya en los que ponga espai sense fums? Que una cosa es que nos pongamos a fumar todos los del público en una sala cerrada y a rebosar (que entonces sí que nos morimos todos ipso facto de una fulminante contaminación pulmonar) y otra, que en la últma canción fumen los Mando. Un poquito de por favor y de sentido común. Que tampoco se podían hacer fotos y no te vi escupir a nadie. Pueseso.

Por cierto, a la salida del concierto le compré dos cedeses a John Tirado, de los Nash, (uno para mi y otro para LS) y tuvo el buen gusto de autografiármelos y dedicármelos.


Y colorín colorado, esta crónica se ha acabado. Y ya que estoy, voy a aprovechar este post para despedirme de un tal Hugo, que hoy se vuelve a Salamanca y que ha permitido que lleve dos años engañándome a mi mismo creyendo que está estudiando Fisioterapia y lo que está haciendo es Educación Especial. Bon Vuayage camarada!


En los altavoces: El Columpio Asesino - El Regreso del Evangelista


5 comentarios:

Anónimo dijo...

he d reconèixer q després m'hagués fet moltes ganes venir... xo b, es moment despiste-mc auto tb va ser mel, i es cuarto de libra encara més :)

Esther dijo...

Renkooooo, "espai sense fum" tambíen es español!!
El mallorquín es español, el catalán tb, el gallego... el vasco... el castellano... Son todas lenguas españolas, nuu?

Besos mil, que te sigo leyendo, ein?!

Sergio dijo...

nonono Irene, no, estuve un mes intentando convencerte para que vinieras y fue totalmente infructuoso, así que ahora no tienes derecho a arrepentirte ¬¬

Esther, mujer, pues no sé... visto así.. pues vale que son lenguas que se hablan dentro del territorio español, peeeeeeero espai sense fum no es español...

Anónimo dijo...

No sé por qué dices lo de la cámara de mi móvil, he visto en flickr las fotos que sacaste en el concierto y están bastante bien :-) ¿Vas a ir a Manta Ray?

Sergio dijo...

Hola Julio! pues no, hoy me quedo sin concierto (por motivos cumpleañerofamiliares)... así que quedo a la espera de tu crónica :-)

Pásalo bien!