Se abre el telón y se ve a Rijkard hablándole al oído a Ronaldinho.
¿Cómo se llama la pilícula?
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El hombre que susurraba a los caballos.
La envidia, la envidia, que me corroe por dentro y todavía no tengo asimilado lo de este fin de semana. Pero qué coño! que es verdad, que hay que reconocerlo, que esta liga el Barsa
Lástima que siempre tenga que haber un tonto que dé la nota. En fin, que Eto'o ha demostrado sobradamente por qué nunca podrá jugar en el mejor equipo del mundo. Y no me desahogo más porque la Supersonic ya le ha dejado las cosas bien claras (y le da igual si eres negro, que lo sepas).
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