miércoles, abril 13, 2005

Baterías de cocina y caramelos

Pues ayer quedé con unos amigos para celebrar un café-coloquio en un bar de mi municipio (el gran Marratxí) y volví a mi casa con un semblante tal que así: Ô_ò Osease, para entendernos (para los que no 'se pongan' con los iconos gestuales), me quedé en un estado de estupefacto anonadamiento. Algunas de las cosas que se dijeron, se contaron, se rumorearon, me parecieron, realmente, vergonzosas.

Contaba una de las contertulias, eso sí, muy enojada ella, que el otro día habían llamado a su casa preguntando por su madre, pero como su madre no estaba pidió que le dejaran el recado a ella. Y el recado ya sonaba un poco a timo: le había tocado una batería de cocina. "Uis, ¡qué bien! Y qué hay que hacer", preguntó inocentemente la susodicha contertulia para descubrir el timo en el que querían hacer caer a su madre....

Ahora agarraos que la respuesta es muy fuerte: ¡Afiliarse al talantoso partido de las Alianzas de Civilizaciones! Ô_ò

Osea, que ya no solo dejan que cualquiera se pueda afiliar al partido, sin comprobar la identidad del candidato ni requerir su recomendación por parte de dos miembros (que luego, claro, pasa lo que pasa), cosa que sí hacen los partidos políticos mínimamente serios, sino que ahora también compran las afiliaciones a cambio de baterías de cocina... De verdad que no me lo puedo de creer. Todo sea por ganar votos...

Y digo yo, ¿será esto un homenaje al ídolo de los socialistas españoles?

Pues ahí no se queda la cosa, que los socialistas de Marratxí tienen mucha imaginación. Otra de las contertulias, indignada después de descubrir los métodos poco honestos de los que buscan el poder a toda costa y a cualquier precio, nos hizo otra revelación cuanto menos igual de despreciable que la anterior (así, diciéndolo suavecito). Esta vez la víctima iba a ser su abuela, y la situación coyuntural, el referéndum para la malnombrada Constitución Europea. El timo era bastante simple, pero claro, se aprovechan de personas mayores que no saben de la misa la mitad, y surte efecto. Pues el caso es que le fueron a su casa con el sobrecito del psoe y la hojita del bien metidita dentro y le dijeron que "no se preocupara, que lo único que tenía que hacer era ir el domingo a su colegio electoral y meter el sobrecito por la ranurita". Y como para esta gente todo tiene un precio, esta vez comprarían el voto a cambio de un suculento regalo: una bolsa llena de caramelos (eso sí, todos ellos de distintos sabores y de colores muy bonitos). Ô_ò

Si es que los socialistas de mi municipio se las saben todas, qué pillos son, qué pillos.

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