lunes, abril 04, 2005

El Video

Por Jaime Campmany

A mi edad, estoy restaurando y recomponiendo las cuatro nociones de mi modesta cultura. Me ayuda mucho la ministra del ramo. Gracias a ella he adquirido conciencia de lo bien que Cervantes se lo pasó en Argel cuando se bajó al moro, o sea, como Goytisolo, y he aprendido a decir «fraila» y «anglicanismo».

Mesié Zapatero dijo en el festejo de los árabes aquello del «partenariado» sin saber que estaba diciendo un «anglicanismo». Se conoce que sus niñas, antes de salir para África, le pidieron: «Papá, diles a los moros algún anglicanismo», y Zapatero fue, llegó, se puso y lo dijo.

Este asunto de las palabras es muy caprichoso. Hubo un tiempo en que yo defendía que se pronunciara «video», como fideo, y no «vídeo», pero nadie me hizo caso.

He observado que no hay forma de convencer a los locutores/locutoras de radio y televisión de que pronuncien «cónyuge», porque todos, casi sin excepción, pronuncian «cónyugue».

Por cierto, que ahora los «cónyugues» famosos y famosillos se separan con toda sencillez después o antes de ponerse los cuernos la una al otro y el otro a la una con la mayor naturalidad. Son «cónyugues» cornudos. Pero esta es otra historia. Yo quería hablar de vídeos.

Sólo he visto una pequeña antología del ya célebre vídeo de FAES, ese Aventino adonde se ha retirado José María Aznar. Pero no me hace mucha falta conocerlo entero porque recuerdo perfectamente las escenas y las emisiones radiadas de aquellos días que siguieron a los bombazos en los trenes madrileños.

Los rojelios se quejan ahora de este vídeo, que en realidad es sólo un espejo múltiple con las elocuentes escenas ensartadas. Pero los inventores del vídeo como instrumento político, y en aquella ocasión, electoral, fueron ellos.

Remember (toma anglicanismo, Tomasa) aquel vídeo del dóberman, que hizo época en la historia de las armas electorales. En las últimas elecciones generales, un «dóberman» todavía desconocido causó casi doscientos muertos, mil quinientos heridos y un Gobierno despedazado.

Todas las armas son útiles en la lucha política. Miren ustedes hacia Zapatero. Parecía tan pacífico, manso predicador de la paz mundial, y se le veía «excrementando flores y palomas», como veía Alberti a don Niceto Alcalá Zamora, y en cambio se pone a venderle armas a Hugo Chávez, que ese también tiene un vídeo, qué vídeo.

En el vídeo de FAES se ve muy claramente la exquisitez democrática que usaron los socialistas para ganar las elecciones del 14-M. Las urnas, antes de llenarse de papeletas socialistas, se habían llenado de cadáveres.

Sospecho que de aquí en adelante el vídeo se convertirá en un arma electoral más importante que los mítines tradicionales, tan ineficaces.

Después del vídeo del dóberman y del vídeo del 14-M, ya anuncian los rojelios el vídeo de la Guerra Civil y de la «represión franquista».

El nieto presidente del capitán fusilado por los nacionales está empeñado seriamente en lograr que su abuelo gane la Guerra Civil, y hasta que no le parezca que lo ha conseguido nos va a llenar los trabajos y los días de vídeos bélicos, caballos desmontados, estatuas desaparecidas e historias reescritas. O sea, que por el mar corre la liebre, por el monte la sardina, tralará.

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