Los mosquitos de mi casa (me odian)

En los altavoces: Young Heart Attack - Starlite

Qué malas personas que son los mosquitos de mi casa, ni os lo imagináis... Y además no tienen palabra de honor, que eso hoy en día es algo muy importante. Sí, sí, no tienen. Porque hace tiempo ya, en los inicios de la estación estival, el patriarca de los mosquitos y mi propia persona firmamos un pacto de no agresión que era totalmente beneficioso para ambas dos partes. Pues por lo visto, el clan de los mosquitos con el que comparto habitación, ha decidido rescindir el pacto de manera unilateral y sin consultarlo préviamente con la otra parte contractuante, aprovechando el actual estado de pusilanimidad en el que me encuentro sumido.

Vamos, que si me ves de lejos me confundes con el Suarsenaguer, de la infinidad de bultos que tengo en los brazos. Y no exagero, no. Porque los mosquitos que me atacan no pican, ellos han evolucionado. Lo que hacen es que sacan el cornofogo, te lo inyectan en la vena, y ale, a hacer botellón con tu sangre. Y si enciendes la luz y los amenazas con el aután, te sacan la pancarta del 'No a la Guerra'. Anda que no aprenden rápido ni na', los jodíos...

Pero lo que yo no me explico es cómo coño entran en mi cuarto si en cada ventana tengo una mosquitera (?!?!). Para mi que han aprendido el truco de la teletransportación a lo Star Trek. Tan desesperados están... pobrecicos míos. Con lo fácil que es pedir las cosas por las buenas. Porque si a mí me viene el patriarca de los mosquitos con el trozo cartón escrito a tiza diciendo 'jefe de clan en paro, sin techo y con 19 retoños a los que alimentar', pues claro, me toca la fibra sensible, que últimamente la tengo a flor de piel, y si es necesario, me hago hasta donante de sangre para la campaña 'Salvemos a los Mosquitos', que a mi el rollo este de la solidaridad siempre me ha puesto.