jueves, octubre 07, 2004

Que os vaya bonito

"aquÍ, ahora, de nuevo otra vez / he vuelto a sobrepasar / el límite que puede soportar / y de esta no sale vivo / si me perdonas, si me das otra oportunidad, amor / prometo escribirte una canción / diciendo que ahora acepto la derrota / pero sólo si me perdonas / te he pedido demasiada atención / y tienes cosas en qué pensar / sÓlo te quería recordar que sin tí yo no soy nadie / tengo un plan que no me puede fallar / y no hay tiempo que perder / para poner de nuevo en pie / los escombros que nos restan"

Enrique Bunbury


Pffff estoy hecho una nenaza, con lo machote ibérico que había sido yo siempre, y llevo unos días que pa qué: entre el domingo y el miércoles he soltado más lágrimas que en los últimos veinticuatro años de mi desaprovechada existencia, incluyendo el día de mi alumbramiento. Y para que luego venga el oftalmólogo de turno y me diga que no puedo usar lentillas porque mis ojos no producen la suficiente cantidad de lágrima. ¿Qué era cachondeo o qué? Cabrón! Pero igual tiene razón el doctor y todo... yo en parte le achaco lo de estos días al cambio hormonal que está sufriendo mi cuerpo debido a la inminente llegada de la estación otoñal, lo cual acentúa mi alergia (a todo, porque yo tengo alergia a todo, no sé cómo me las arreglo).

Bueno, a lo que iba, que esta mañana Jorge y Paula han partido rumbo a Alicante para iniciar conjuntamente la vida pseudomarital en pecado, así que quedamos ayer, también con Sofía, Victoria y Carmen, para despedirnos con una comida. La verdad es que fue todo muy bien, ni caras tristes ni nada. Es más, casi no hablamos de Alicante, intentamos hacerlo lo menos doloroso posible, hablando de todo como si nada, con mucho cachondeo y mucho sexo, mucho mucho sexo (cosas de Carmen, que últimamente le ha entrado la curiosidad sexual, y claro, nosotros que somos muy jocosos... la líamos enseguida y ya teníamos a las cuatro mesas colindantes a la nuestra pendientes de la conversación...).

Luego de comer fuimos a hacernos el cafetito de rigor, y fue ahí donde empezamos a concienciarnos de que Alicante no está a la vuelta de la esquina y que pasarían meses hasta que volvieramos a reencontrarnos todos. Aunque pensándolo bien, volver a reencontrarnos todos va a ser cosa difícil.. Aii qué pena penita pena... Pero el momento de nuestro cénit concienciatorio llegó al volver al coche para despedirnos ya oficialmente. No aguantamos ni dos segundos con los mofletes secos. No recuerdo cómo fue, pero acabamos todos, los seis, llorando a lágrima tendida durante un buen rato. Sí, lloré, como un tonto. Pero a ver, que quede claro... que yo soy un hombre hecho y derecho, eso ante todo, lo que pasa es que también soy muy solidario, y me parecía un gesto muy feo quedarme impertérrito mientras los demás gimoteaban y sollozaban, así que me sumé a ellos... total, si hay que llorar, se llora, ¿o no? pues eso. Y además, que diecisiete años con Jorge y ocho con Paula, son buena excusa para soltar alguna que otra lágrima...

Después de tanto lloriqueo, para quitarnos la emotividad de encima, que era mucha, una carga demasiado pesada, sofia nos llevó de paseo por la Chinatown y el Brooklyn palmesano. De verdad, fue algo casi inhumano. No había pasado tanto miedo por mi integridad física y la de mi cartera en muchísimos años... Ulteriormente (por no repetir el "después" ni el "luego") a habernos jugado la vida en esos barrios dejados de la mano de Dios, de la legalidad y de los fundamentos del estado de derecho, fuimos a tomarnos una cocacola al 1916, donde conoceríamos a uno de los personajes más frikis del siglo XXI, tan es así que me vi en la obligatoriedad de agotar la memoría de mi cámara digital grabándolo un rato en vídeo. El individuo en cuestión compartía mesa con una chica con la que creemos que estaba manteniendo una entrevista para compartir piso. El 'momento friki' más auténtico llegó con la siguiente revelación, que voy a intentar reproducir lo más fielmente posible a continuación:

"Te voy a decir un secreto. Yo lo que hago es seguir una dieta de acuerdo con mi grupo sanguíneo, de modo que no como tomates, frutos secos, bebidas carbonatadas, (...) y esto es verdad eh, y lo puedes confirmar cuando quieras. Tú te metes en el google (lo pronunció gogle, tal como está escrito, lo juro) y buscas 'dietas para grupos sanguíneos' y ya verás como es verdad. La gente normalmente no se lo cree, pero sí."
Cabe decir que el friki se acababa de pedir una fanta limón y tenía sobre la mesa un platito de cacahuetes. No entiendo cómo la gente no se lo toma enserio a este hombre, prodigio de la naturaleza.

No hay comentarios: