martes, abril 13, 2004

Desvaríos Londinienses (Londón City Act #1)

Friday 9
19:00 - mensaje de Renko a Danikilator: a las 22:00 en el stand de Iberia del aeropuerto! 1bsito!
21:45 - llamada de Danikilator a Renko: qué pasa picaporte!? cómo quedamos que yo aún me tengo que hacer la maleta? (!!me encanta la pasividad!!)
Una vez estábamos todos en el aeropuerto de Palma, dos acontecimientos nos marcarían a Dani y a mi de por vida durante nuestra estancia en Londón City:
1. Margarita, con su estilo super chic a la hora de conjuntar prendas de vestir (y su exhibición tanganil), nos cautivó el corazón a los dos.
2. Tuvimos el desplacer de conocer a dos fulanos a quienes posteriormente rebautizaríamos como el escatológico y el chulobocas. Nada más verlos nos dijimos recíprocamente el uno al otro: "uy que mal me huelen a mi estos dos" (nunca mejor dicho).
Ya en el avión, se me cerraron sin querer los párpados. y cuando se me volvieron a abrir.. SORPRESA!! ya estábamos en Luton, donde me gané el apelativo de "Sergio, the marmota boy". Nos montamos nuestras tiendas de campaña, nos sacamos los sacos, y a seguir durmiendo, como Dios manda. Nunca había pasado tanto frío como en el aeropuerto de Luton, lo juro, never and ever! De hecho me pareció ver de reojo a un esquimal persiguiendo a un pingüino, pero les perdí la pista detrás una cortina inmensa de niebla. Más tarde llegaría una de las tareas más duras a las que me he enfrentado en esta vida: encontrar el autocar que nos debía acompañar al hotel, el Green Line. ¿Que nos debía acompañar al hotel? y una mierda pa ti! nos dejó en Oxford Street, no sin antes intentar superar el récord guiness de velocidad de un autocar con 11 pasajeros acojonados (yo no me enteré, estaba durmiendo, pa variar). Media hora de camino hasta el albergue cargados como mulas de ropa y toneladas de comida, que parecía aquello las tropas españolas antes de ir a Diwaniya. Menos mal que contábamos entre nuestras filas con la inestimable presencia de "la Mari", que nos hacía de brújula, y sólo tuvimos que dar 237 vueltas para encontrar nuestro maravilloso albergue, el "Leinster Inn", un albergue sin igual donde los haya. Y endespués de probar el ansiado tipical english breakfast (colacao con dos bollos huntados de mantuquilla y mermelada), cogimos el bus rumbo a Picadilly Circus (la cuna de las hamburguesas, albóndigas y salchicas, como su nombre buenamente indica). Tambíen nos pateamos el Soho (bonitos tabledances) y China Town, y acto seguido y sin tiempo que perder descansando (que lo hubieramos agradecido una barbarie) nos perdimos unas cuantas veces y cogimos una cantidad tremenbunda de buses y undergrounds (curiosamente me quedé dormido en un bus, pero gracias a Dios me desperté con las exclamaciones de asombro de mis compañeros de viaje y pude contemplar la grandiosidad de Trafalgar Square)

Una vez llegados a este punto me veo en la impetuosa necesidad de agradecer a los autobuseros londinienses su infinita paciencia y su cordial, agradable, simpático, pero sobretodo, extrovertido carácter. Un cielo de personas!!

Después de pasar unos 46 minutos no poniéndonos de acuerdo sobre el lugar donde comer, y de pillar malos rollos (que ya se sabe que los temas del comer son muy conflictivos, como dijo Herodes: con la comida no se juga), acabamos en el Burriquín! Y tras un merecido descanso, nos propusimos visitar uno de los lugares más magnificientes de Londón: St. Jame's Park y el Buckingham Palace, donde conocimos a la simpática ardilla Manolita (y su graciosilla mascota "la Mari"). A estas alturas estaban ya los ánimos un poco "pal arrastre" y Danikilator dijo: "yo me tumbo en el cesped y no me mueve ni el Príncipe Carlos de Inglaterra". Así que Laura, Marga y yo le secundamos, mientras los demás se volvían al albergue. Nada, un par de vueltas por allí a ver quién era capaz de encontrar una papelera (dónde esconderán los londinienses la basura??) y otro paseíto por Picadilly y el Soho, eso sí, después de que las niñas perdiesen una apuesta y nos adeudasen un trozo de pizza a Dani y a mi. Y de vuelta a la habitación. Lo primero que pensé cuando llegamos al cuarto fue: "pero sereis escatológicos!!". Una de peste que pa qué!! ahí se habían arrejuntao todos los malos hedores habidos y por haber, obra y gracia del escatológico y su secuaz el chulobocas, que tendría que estar prohibido por decreto real ser tan borderline, por favor!! Aún así, Daniki y yo, muy pacíficamente, pensamos en enterrar el hacha de guerra y curar nuestras heridas invitando a la Fiesta Ballantines a nuestros nuevos compañeros de cuarto... pero ni con esas, a las diez de la noche ya estaba durmiendo esa panda de inmundicias humanas. De modo que no nos quedó otra que trasladar la Fiesta Ballantines a la calle (la street, própiamente dicha). Y lo pasamos genial... si es que nos das una copa y nos cuentas un chiste y nos haces los piltrafillas más felices de todo Londón!!

Lecciones aprendidas:
I'm dead of dream: estoy muerto de sueño
Don't touch my balls: no me toques los cojones
Shit yourself, little parrot: cágate, lorito
From lost to the river: de perdidos al rio
Can gia manolita!: ven pa'cá, ardillita

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